Saben realmente quièn fue el autor de la famosa frase:"Sìganme los buenos?" No, no y no, el Chapulìn Colorado no es el autor.
Después de una exhaustiva investigación pude comprobar que, sin querer queriendo, el Chapulín, abusivamente, se apropió de la frase original.
Todo ocurrió así: el 25 de julio de 1819, las tropas del Libertador Simón Bolívar, después de cruzar por el Páramo de Pisba, entraron en ruda batalla en el Pantano de Vargas, con el ejército realista.
Bolívar perdía la contienda y el orgulloso comandante español Barreiro, osó decir:"Ni Dios me quita la victoria".
Desesperado, Bolívar dijo:"Esto se perdió"
Viendo a Simón derrotado, el coronel Juan José Rondón le dijo: "Pero mi general, por qué dice eso si todavía los llaneros de Rondón no han entrado en la contienda?"
Por quitárselo de encima, el jefe, despectivamente, le respondió "Ahhhh, coronel, salve usted la patria".
Fue entonces cuando Rondón pronunció la frase que nos ocupa: "Síganme los valientes" y entró con sus 13 lanceros al combate.
Dios, para castigar la blasfemia del chapetón, le dio una manito a Rondón para que volteara la arepa y ganara lo que estaba perdido: la Batalla del Pantano de Vargas.
Para disimular el plagio, el grillo rojo cambio valientes, por buenos.
Saulo.
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