1.
INTRODUCCIÓN
Muchas personas obesas, son comelones convulsivos y al igual que los drogadictos y alcohólicos, les falta fuerza de voluntad para luchar contra su mayor enemigo. Lo conocen, saben dónde está y cómo combatirlo, pero con frecuencia fracasan en su intento, puesto que no tienen en cuenta:
-Edad
-Estado
de salud
-Situación
económica y
-Disponibilidad
de tiempo para prepararla
No
nos digamos mentiras, haciendo la dieta de la luna y todas las dietas del mundo
o ayunando por unos días, y hablando del tema, estamos perdiendo tiempo y
fuerza de voluntad, aunque los demás nos admiren por nuestra tenacidad, en el
fondo sabemos que podríamos ser mejores, si lográramos ganarle la batalla a la
enfermedad.
La
ciencia descubrió que las adiciones son una enfermedad y como tal se deben
tratar, y dependiendo de la ayuda que busque, va a encontrar:
-El
nutricionista le prepara una dieta que debe seguir al pie de la letra y sino
logra resultados, fue su culpa, por el dulce extra, que se comió equis día.
-El
médico lo opera y le quita unos kilos de tejido graso, pero el mantenimiento
depende de su trabajo: ejercicios agotadores que exigen tanto tiempo y esfuerzo
que lo frenan como persona, los sueños, se post-ponen u olvidan por incapacidad
física. Todo su esfuerzo y capacidad, lo gasta en adquirir la figura, y lo más
grave en algunos casos; se vuelve una persona aburrida, vacía, hablando todo
el tiempo del kilo que perdió y lo que hizo para lograrlo.
Si
logra la figura deseada, puede sentirse satisfecho/a, ojalá ese logro no lo/la
convierta en una persona monótona, insoportable que habla siempre de lo mismo, y le permita
recuperar o trazar nuevas metas.
Podría
continuar escribiendo sobre el tema y preparar una dieta para cada día, pero no
lo voy a hacer, yo sueño con llegar a esas personas fuertes, capaces de
auto-regularse, que no necesitan una excusa porque un día se comieron un dulce
extra. Ese dulce no las va a engordar, el problema está en el siguiente y el
siguiente.
2.
Ejemplo de alimento sano.
1.
Debe ser un alimento para disfrutar y que quite la ansiedad, porque si al
terminar la comida, la sensación de hambre, no ha desaparecido, no es un
alimento adecuado para usted, puede que para otra persona sí.
2.
Como no se puede generalizar, le voy a comentar que voy a almorzar hoy: yo soy
una persona que en ocasiones necesita comer mucho, me gusta sentirme satisfecha
al terminar.
a.
Plato fuerte. Carne, pero hay días en que estoy ansiosa y con hambre, necesito comer mas cantidad, entonces dependiendo del tiempo que tenga,
preparo pescado, que condimento con perejil y hierbas naturales. Pero sino
tengo tiempo abro un atún en aceite de oliva. (No me como el aceite, pero el
sabor me satisface más que el atún en agua).
b.
Acompañamiento. Me encanta la remolacha,
una ensalada "abundante", con aguacate, y un poco de lechuga,
cebolla, perejil o cilantro, algo que me sirva para el sueño un día y otro para
los huesos, y aclaro, abundante, no quiere decir sin medida, recuerde que esta
es la "dieta del ahorro", en toda comida debemos ahorrar algo, yo
personalmente tengo un platico, que me ayuda a auto-regular el apetito, porque
lo lleno y cuando me voy a sentar a la mesa, pienso, está mucho y le rebajo algo.
"Pero la ensalada no engorda", me dicen en ocasiones las personas que
me acompañan y yo me sonrío, ellos ignoran lo feliz que me siento
"por mi fuerza de voluntad", que es lo que debemos trabajar en
principio.
c.
Sopa o arroz. Dependiendo del plato
fuerte y el acompañamiento, ésta varía. Puede ser una sopa de verduras,
"o" una porción de arroz "o" papa, que no de tristeza, es
decir no muy pequeña. Personalmente no me gusta dejar comida en el plato, el
ahorro lo hago antes de servirme. Estos comentarios, para que tenga un punto de
referencia y organice su dieta de acuerdo a su gusto y necesidad.
Lo que no varia en mi dieta es la ingesta total, al pararme de la mesa, debo sentirme satisfecha, lo que evita el deseo de picar a deshoras, pero si siento hambre, como maní salado, ciruelas, yogur, o algo que sea bueno para la digestión.
Por regla general, no aguante hambre, conozca la diferencia entre alimentarse y comer. Note que cuando hablo de platos digo, éste "o" o aquel, NO éste "y" aquel.
Fruta. Varía
dependiendo del gusto y la ensalada que en ocasiones puede ser de fruta. Un
jugo al final del almuerzo es ideal y lo puede tomar con ahorro de
azúcar.
Pero cuando se siente hambre, es imposible hablar de fuerza de voluntad, personalmente siento que las carnes me alimentan más y por lo mismo no tengo que estar picando.
3.
Ejercicio
Rebajar unos kilos o mantener el peso sin hacer ejercicios, es imposible, pero al igual que en la alimentación no se puede generalizar.
En próximo artículo hablaremos un poco más de esta parte. Pero no pierda tiempo esperando nuestros consejos, camine a buen ritmo, pero sin agotarse. El tiempo y la velocidad varían de acuerdo a edad y estado físico. Subir escaleras es excelente.
Lo que no varía, es la vestimenta, use ropa cómoda y fresca e hidrate el cuerpo
tomando agua. El agua es buena en la medida que el cuerpo la necesite y la
pida, no es necesario ahogarse en litros de agua. Aquí hablamos de dieta y nos
preocupamos por aprender a vivir y disfrutar, no de ser esclavos del cuerpo y
de la dieta.
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