Esta increíble historia me la trajo un matrimonio amigo, muy queridos, pero con un pequeño inconveniente: son nuevos ricos.
Hace poco, hicieron su segundo “tour” por Europa.
A su regreso, asombrados, iniciaron su narración, así:
¿Cómo es posible, que en la fachada de la Catedral de Salamanca, que fue construida hace 500 años aparezca la escultura de un astronauta?
Me enseñaron varias fotografías tomadas por ellos, donde se ve perfectamente, la imagen de un astronauta con la vestimenta, casco y botas que emplean los de la NASA.
Me aseguraron que esa figura había sido esculpida hace cinco siglos.
Inicié una investigación, exhaustiva, para desenredar ese ovillo. No fue fácil.
En 1992 se decidió restaurar la Puerta de Ramos, muy deteriorada por el paso del tiempo. Durante esta restauración, el astronauta fue labrado en piedra.
Efectivamente, allí puede observarse la anacrónica figura del astronauta. Su presencia, no se debe a la mente futurista de sus constructores, sino una tradición entre los restauradores, de añadir detalles, a modo rúbrica.
Uno de los principios en restauración, es que debe distinguirse el añadido del original, pero a la hora de hacerlo es muy importante que el nuevo elemento no perturbe la imagen del edificio.
Para el cantero Rafael Dueñas, es una práctica estúpida, porque "para fechar una restauración, es suficiente con que la nueva piedra esté numerada y se distinga visualmente de la antigua". "Las catedrales deben dejarse cómo están", dice.
En la restauración de la Catedral de Salamanca, al restaurador se le concedió licencia para incluir al astronauta flotando.
Esto quiere decir, que el astronauta de 100 lustros, ni siquiera ha cumplido los 5.
Cuando le expliqué a los viajeros mi hallazgo, se enojaron y dijeron que no, que la figura era auténtica y estaba allí, desde hace 500 años.
Saulo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario