En Atenas, a plena luz del medio día, andaba por las calles con una lámpara encendida, "buscando un hombre honesto".
Dioxógenes viajó a Colombia, para conocer la Atenas Suramericana. En Bogotá se paseó por el Capitolio con su lámpara mágica y pronunció su conocida frase: "Mientras mas políticos conozco, mas quiero a mi perro".
En un viaje por el sur del pais, tuvo la mala suerte de caer en una pesca milagrosa de las farc: le robaron la lámpara, su manto, el báculo, la ropa y un mug que cargaba para beber.
Regresó a Atenas.
En un viaje que hice a Grecia para saber qué era de su vida, me enteré que nunca se pudo recuperar de su desagradable experiencia con las farc y desde entonces, Dioxógenes vivió como un "ñero": vagando por las calles, desnudo, protegido por un barril.
Una fría mañana de invierno, Alejandro Magno, el gran emperador griego, fue a visitarlo. Lo encontró tomando el sol.
Le dijo, "me enteré de lo que te aconteció en el secuestro "expres" y quiero colaborarte. Pídeme lo que quieras" a lo cual Diógenes le respondió:
"Quiero que te apartes, me estás tapando el sol".
No lo dudes, te lo dice quien lo vio.
Saulo.
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