lunes, 14 de julio de 2014

32. ESTE SI ES MUCHO CORNUDO


O, díganme si no. La muy culi pronta lo está dejando, y al astado, le preocupa que ella se resfríe. Por mí, que le dé una pulmonía, pero el paraguas, me lo llevo yo:

"...Arréglate mujer se te hace tarde


Y llévate el paraguas por si llueve.
Él te estará esperando para amarte
Y yo estaré celoso de perderte


Abrígate, te sienta bien ese vestido gris.


Sonríete, que no sospeche que has llorado.
Y déjame que vaya preparando mi equipaje.
Perdóname que te haga otra pregunta.

Y cómo es él?


En qué lugar se enamoró de ti?
De dónde es?
A qué dedica el tiempo libre?
Pregúntale, por qué ha robado un trozo de mi vida?
Es un ladrón que me ha robado todo..."

A mí me importa un comino, cómo es él.
Y mucho menos, en qué lugar se enamoraron.

Muerto el perro, se acabó la chanda.


José Luis Perales, le debía aprender a un verdadero hombre, como Enrique Santos Discépolo, que en lugar de llorar, le cantó:


"...victoria, cantemos victoria


estoy en la gloria, se fue mi mujer.
Si me perece mentira,
Después de diez años, volver a vivir..."


Y queda pendiente la venganza. El desafortunado, debe pensar a cada momento,  que perro que muerde a su amo,  mas fácil lo muerde a él.

No hay nada que hacer: "Animales ingratos, las mujeres y los gatos".

Sensible.

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