sábado, 12 de julio de 2014

LA MASCOTA PEPA, ANECDOTA



PEPA

Cuando conocí a Pepa no podía creer lo que me contaron los del bando uno y después de hablar con los del bando dos no me que duda, de que Pepa terminará por unirlos.

La historia

Durante el fin de semana que pasé con mis amigos, en un lugar de Colombia de cuyo nombre no vamos a hablar, me dí cuenta que la gata es igual, "igualita" a la hija menor de los dueños de casa.

Se paró en la puerta y desde lejos me miró, cuándo pregunté de quién es la gata? Ya no estaba, como un bólido había desaparecido y la dueña de casa con voz tierna dijo "ella es así", se esconde cuando no conoce a las personas", pero es buena gata, cuando te conozca mejor, se dejará ver.

No dije nada, pero comenté para mis adentros: Es igual, igualita a.. una deliciosa limonada fría, interrumpió mis meditaciones.

Al día siguiente, en un lugar amplio, con luz, bien aseado, tipo hotel cinco estrellas vi el dispensador de comida, donde la gata acude a tomar sus alimentos cada que tiene hambre. El viaje para llegar a la hacienda es largo y amanecí con dolor de cabeza, que me sirvió de excusa para sentarme en la silla mecedora que heredaron de mi mamá, a esperar a la gata.

Pasó la mañana, y también mi dolor de cabeza y Pepa no asomó. Decidí salir a conocer el pueblo y olvidarme de la gata, que tiene un pelo precioso, y unos ojos iguales a los Sandra, otra hija de los dueños de casa.

En la tarde estábamos tomando un refrigerio, cuando la dueña de casa, sin mover un pelo y con voz misteriosa dijo: "No se muevan", no miren, Pepa está en la puerta y no demorará en acercarse, como efectivamente lo hizo. Ella la dueña de casa, alzo la gata, la abrazó y le hablaba tan tierna y amorosamente, como si fuera su hija, la que encabeza el otro bando.

Estoy segura que la gata, una mascota malcriada, va a ser el milagro que no pudimos hacer sus amigos, "reunir la familia", que se encuentra separada por banalidades que pudieron más que el amor que se sienten y tratan de ocultar.

Es una familia muy linda, además son mis amigos, ojalá nunca se enteren que pienso que la gata es "igualita a la menor de sus hijas".

Publique aquí las anécdotas de sus mascotas. Pepa por ejemplo es exigente, su cobija es mejor que la mía y no duerme en cualquier parte, tiene la maleta lista para ir de viaje, pero esa es otra historia.

Escriba sobre su mascota, cuente una anécdota y comparta con nosotros sus amigos virtuales y mientras lo hace le va cogiendo gusto al computador y al Internet.

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