lunes, 8 de septiembre de 2014

LA LIQUIDACIÓN DE CESANTÍAS EN LA ÉPOCA DE LOS ROMANOS

TERENCIO.

Según una leyenda, el jefe militar de Roma, Terencio, llevó a cabo una campaña victoriosa y regresó a Roma con un gran botín.

Visitó al Emperador y le dijo:

“Estoy cansado de luchar, mi juventud ha pasado. Me ha llegado la hora de descansar”.“



-Qué quieres de mi Terencio?”
“Quiero que me otorgues una recompensa por mi trabajo de tantos años, para poder terminar mi vida en la paz de mi hogar”.

“-Qué cantidad Terencio consideras suficiente?”
“Un millón de denarios, Majestad”. Es decir, 5.000.000 de bras.

“-Valiente Terencio, has sido un gran guerrero y tus hazañas te han hecho digno de una recompensa espléndida. Mañana a medio día te comunicaré lo que haya decidido”.

Terencio se retiró y al día siguiente se presentó al Emperador

“-Ave, valiente Terencio”, lo saludó, y continuó: “-No quiero que un noble guerrero como tú, reciba una recompensa mezquina”.
Y continuó: “En mi tesorería hay cinco millones de bras de cobre. Escucha mis palabras: ve a la tesorería coge una moneda, regresa y deposítala a mis pies; al segundo día, traes una moneda equivalente a 2 bras; al tercer día, a 4 bras; y así sucesivamente, duplicando el valor de la moneda anterior. Yo ordenaré que preparen la moneda del valor correspondiente a cada día. Mientras tengas fuerzas suficientes para levantar las monedas sin ayuda, las traerás. Cuando no puedas levantar la moneda, el convenio se habrá cumplido, pero todas las monedas que hayas traído, serán de tu propiedad.

Dijo Terencio. “-Me satisface tu merced, Majestad. ¡La recompensa es verdaderamente generosa!”


Al día siguiente, empezaron las visitas de Terencio a la Tesorería.

La moneda del noveno día, pesaba 1,25 kg y valía 256 bras.

Llegó el día 15: llevó una enorme moneda de 16.384 bras y pesaba 80 kg.

Día 16: Terencio se tambaleaba bajo el peso que llevaba: 32.768 bras y164 kg de peso.

Terencio había pedido 5´000.000 de bras, pero solamente alcanzó a transportar, en total, 262.143 bras.


Debido a la treta del Emperador, Terencio recibió una veinteava parte de lo que esperaba.

18ª. Moneda.

Versión libre: EL DIVERTIDO JUEGO DE LAS MATEMÁTICAS

Y, Perelmann. Círculo de Lectores.

Paulo O. Cuartas C.

Qué tumbada le pegó Su Majestad.

Definitivamente, hay que aprender matemáticas.

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