sábado, 21 de junio de 2014

52. RIDICULECES DEL FÚTBOL

Añoro aquellos días en que íbamos al estadio a ver fútbol: que dicha, no existían los radios de transistores.

Íbamos con los hinchas del equipo contrario, pero nadie llevaba puñal.

Y, los jugadores? Ellos iban a jugar, a jugar bien, a jugar para la tribuna. Era lo único que les interesaba. El uniforme, era uniforme: igual para los once.

Pero todo ha cambiado: miremos, por ejemplo, los guayos, todos diferentes.

Pregunto, los aretes les ayudan a marcar mas goles? Las trenzas, la cola de caballo, el pelo largo, mejoran el rendimiento o, será un exceso de algunas hormonas y falta de otras?

Como decimos en Antioquia, la motilada!!! Y los peinados!!! El cabello teñido!!! No será algún recuerdo escondido en el closet?

Los tatuajes!!! Qué irrespeto para con el cuerpo. A lo mejor, es que por mis años, estoy equivocado y no he notado que a mas área del cuerpo manchada, marcan mas goles.

Ahhhhhh, las celebraciones. Por qué los locutores patrocinan esa pérdida de tiempo? Las palmaditas  aquí y allà, y la mano en la zona de candela!!! Peor aun: los besos y los besos con lengua.  Eso, no tiene explicación. Gays.

Perdón, no se en qué estaba pensando, quería decir gas.

Ahora, los aficionados: hasta para escuchar la transmisión por radio, tienen que vestir la camiseta.

Bueno, la camiseta, lo acepto, pero hacer el ridículo con gorro de bufón, con máscara, con la cara pintada como un payaso...

Comprobado, las ridiculeces no mejoran el rendimiento del futbolista. 

VIVA EL FÚTBOL, PERO EL FÚTBOL SERIO.


Paulo O. Cuartas C.

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