Cuando el gallero empeña su palabra, está prometiendo seriedad, respeto, cumplimiento de la promesa: eso, significa "palabra de gallero".
En las galleras o palenques, las apuestas se corren en forma verbal, pero son verdaderos contratos de obligatorio cumplimiento, impera la sinceridad.
El gallero no falta a su palabra.
Así eran nuestros abuelos, pactaban un negocio de palabra y nadie se corría, porque habías dado tu palabra y la palabra, se respetaba entre caballeros.
La palabra de gallero es una escritura pública. Es la promesa de un hombre que no miente ni se echa para atrás, es decir, no se mama.
Lo contrario es una persona que no cumple sus promesas, que se retracta, falta de personalidad.
Cómo le hace de falta a nuestros políticos y gobernantes en general, tener los pantalones bien puestos, respetarse y respetar a sus gobernados.
Chiste flojo.
Un jugador sale de una gallera con su gallo, muerto, sobre el hombro, colgado de un zurriago.
Pasa por una fonda, entra y pide media de aguardiente y se pone a tomar.
La dueña le dice: - Qué piensa hacer con el gallito? Si quiere yo le puedo hacer un buen sancocho.
Acuerdan el precio. A las tres horas, llega la doña con una olla de barro.
El gallero mete la cuchara, revuelve el contenido y dice:
-Oiga, eso era todo?
-Oiga, eso era todo?
- Si mi don, ahí está todo completo.
- Ehhhh, avemaría, con razón me lo mataron. Si a este gallo le faltaba un ala, un pernil y media pechuga.
Sensible.
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