Cada uno habla del baile, según como le haya ido en él. A mí, me fue muy bien, por tanto, voy a hablar bien de las UPAC. Este sistema había sido implantado por el presidente Misael Pastrana Borrero en 1972.
A comienzos de la época del 70, compré una casa de habitación en el barrio El Quirinal, de Neiva. Me costó $1.700.000 (un millón setecientos mil pesos).
LA CASITA ROJA me prestó $1.000.000 (un millón de pesos) en UPAC. Tomé un plan de cuota fija por 180 meses, con cuotas de $22.000 (veintidós mil pesos) mensuales.
A los 15 (quince) años, había pagado $3.960.000 (tres millones novecientos sesenta mil pesos. Si les sumamos los $700.000 (setecientos mil pesos) que aboné al momento de la compra, la casa me costó $4.660.000 (cuatro millones seiscientos sesenta mil pesos).
A simple vista, aparece como un atraco a mano armada, un paseo millonario y un secuestro exprés, todos al tiempo. Ahora, analicemos el asunto con detenimiento. Hice uso de la vivienda por 180 meses. Si consideramos un canon de arrendamiento en promedio de $ 15.000 (quince mil pesos) mensuales, habría pagado $2.700.000 (dos millones setecientos mil pesos). Si los deducimos de los $4.660.000 (cuatro millones seis cientos sesenta mil pesos), costo total del inmueble, la diferencia es de $1.960.000 (un millón novecientos sesenta mil pesos. En mi concepto, eso fue lo que me costó mi vivienda.
En ese momento, mi casa tenía un valor comercial de $40.000.000 (cuarenta millones de pesos), o sea, se había valorizado $38.040.000 (treinta y ocho millones cuarenta mil pesos).
Me había ganado en ese negocio $38.000.000. (Treinta y ocho millones de pesos. Utilidad neta, gracias a la CASITA ROJA.
Pero los honorables padres de la Patria, a los pocos años de creada las UPAC, le metieron la mano al sistema.
Para favorecer a los compradores? No, cómo se les va a ocurrir semejante pregunta. Si como dijo ALVARO SALOM BECERRA, Al Pueblo Nunca le Toca.
Fíjense, que hasta Don Simeón Torrente, ha dejado de … deber.
Y de beber también. Nuestros parlamentarios nunca miran al pueblo, porque lo único que los ciudadanos “damos”, son nuestros votos.
Cada que un senador o un representante da un voto por algo, el paganini es el pueblo. Quién dijo: Que los ricos sean menos ricos para que los pobres sean menos pobres? Nuestros parlamentarios lo entendieron muy bien, pero al revés.
Y en el Capitolio se encargaron de encarecer y acabar con el UPAC, para favorecer al sistema financiero de Colombia.
Entonces nació la UVR. Dios nos proteja!
Paulo O. Cuartas C.
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