Hoy, vamos a hablar de ciencia ficción.
Después de mas de 50 años de lucha entre dos grandes sectores de un importante territorio, parecía que se avecinaba un benéfico acuerdo entre los de arriba y los de abajo.
Los primeros, eran conocidos por su juego sucio y sus actos inhumanos contra la población, incluyendo todo tipo de acciones rechazadas por los pueblos civilizados. Por ejemplo:
- Colocación de minas anti personas, en los alrededores de las escuelas; Los niños mutilados, se contaban por millares.
- Voladura de gasoductos y oleoductos con centenares de muertos y heridos.
Los de abajo, en cambio, se acogían a las normas de humanización de la guerra:
- No contaminaban ni volaban acueductos.
- No destruían puentes ni carreteras veredales.
- No bombardeaban las poblaciones.
- No secuestraban niñas, niños ni personas mayores.
Lobos con piel de oveja, los de arriba dejaron esas prácticas al iniciar las conversaciones, para ganarse el favor de las gentes de bien, y no volvieron a “vacunar” a los ganaderos, ni a los industriales, ni a los agricultores, ni a los industriales. (Te diste cuenta que intencionalmente no mencioné a los médicos?).
Muchos, muchos incautos, se tragaron el cuento.
Todos los cabecillas dejaron las incomodidades del monte y se desplazaron a un hotel de cinco estrellas. Los combatientes, en cambio, empezaron a mostrar su disgusto por la falta de actividad y de insumos.
Fue entonces cuando alias “el bombero” ideó un juego para entretenerlos, sin que nadie pudiera pensar que esos angelitos estaban involucrados.
“Vamos a aprovechar el verano para iniciar incendios forestales de tamaño colosal, para que los de abajo tengan que trabajar en forma excesiva y se desgasten física y económicamente”.
“Los culpables serán el cambio climático y el calentamiento global. La falta de agua, el excesivo calor y el campesino cuando quema las malezas, serán señalados”.
“A nosotros, nos quedarán listos los terrenos para la próxima siembra, sin que nadie sospeche nada. Las exportaciones están aumentando”.
“Vamos a distraer a los Bomberos, a la Defensa Civil, a la Policía, a los Soldados. Les pondremos trabajo a los helicópteros cargando agua. Todos estarán ocupados y así tendremos libertad para movilizar nuestros cargamentos”.
El maléfico plan, dio resultados desastrosos. Los cuatro costados estaban ardiendo. No hubo una sola entidad del gobierno que dijera si los incendios habían disminuido en los dos últimos años, o por el contrario, se habían incrementado.
Datos extra oficiales, sitúan entre un 60 un 80% el aumento de las conflagraciones.
Oiga, y usted qué piensa?
Saulo
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