Escuché en un noticiero radial, que el 29 de julio se haría un gran debate al gobierno, en el Senado, de la República, relacionado con las amenazas del Fenómeno del Niño.
Eso me recordó que en algún periodo de la historia, alguien llamado Poncio Pilatos, se lavó las manos, publicamente, para sacarle el cuerpo a una obligación, a una decisión que debería tomar.
Dado que ahora no enseñan, como antaño, INSTRUCCION CIVICA, no tengo claro quién hace las leyes en Colombia. Me despista mas aun, cuando en los telenoticieros, de dos, dos y media o de tres horas cada emición, todos los días, se ponderan las siguientes noticias:
- El Senado aprobó decreto de honores a Joe Arroyo.
- Después de acalorados debates y en plenaria del senado, se aprobó el cambio de nombre al aeropuerto de El Dorado.
- Homenaje a Fanny Mickey es aprobado en el Senado.
- Se acuñaran monedas, se imprimirá un billete, se esculpirán bustos, como recuerdo al legado cultural y literario de Gabo.
- El nuevo edificio del Congreso, se llamará Gabriel García Márquez.
Me podría extender infinitamente, enumerando los importantísimos y sesudos debates que consumen el tiempo de nuestros abnegados parlamentarios que, está plenamente demostrado, la mayoría duerme y el resto los firma sin leer.
Preclaros legisladores, no se les vayan a olvidar: el insigne y emérito Diomedes Diaz, el Burro Mocho, el festival de la guanábana, el de la papaya, el de la carimañola.
Con esas cantidades de trabajo, no se tendrán que lavar las manos.
- Por haberse olvidado de la Niña. A finales del siglo pasado, la devastadora Niña azotó al pais inmisericordemente. No recuerdo un solo decreto, ni tan solo uno, emitido como consecuencia del fatídico fenómeno, para reparar los estragos que causó, o para prevenir los venideros.
- Hace cinco o seis meses, en Paz de Ariporo, una sequía mató, no recuerdo la cifra, mató como 15.000 chigüiros y otros animales.
Una preciosa damita del gobierno, nos explicó que eso no era importante, porque pasaba todos los años. Los entes encargados de los desastres, enviaron veinte o treinta carrotanques con agua, para mitigar la sed de los animalitos.
Y pare de contar, esas fueron todas las acciones tomadas por el gobierno. Hoy, el mismo problema, se está presentando en la Guiajira y en toda la costa.
Pero, tranquilos, también les van a llevar unos cuantos carrotanques.
Con esas medidas, el ejecutivo, evita tener que lavarse las manos.
Y, ustedes, beneméritos padres de la patria, con el homenaje a cualquier maraquero, tampoco se tendrán que lavar las suyas.
Paulo O. Cuartas C.
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