Assad-Abu-Carib, rey del Yemen, hallándose cierto día descansando, soñó que había encontrado a siete jóvenes que caminaban por una senda.
Vencidas por la fatiga y por la sed, las jóvenes se detuvieron. Apareció una hermosa princesa que les ofreció un cántaro de agua pura y fresca, que les sació la sed. Reanimadas, continuaron su jornada.
Impresionado por ese sueño, llamó a un famoso astrólogo, de nombre Sanib.
Dijo Sanib: "-Señor, las siete jóvenes que caminan por la senda, eran las ciencias divinas y las ciencias humanas: la Pintura, la Música, la Escultura, la Arquitectura, la Retórica, la Dialéctica y la Filosofía.
La princesa caritativa que las socorrió, era la grande y prodigiosa Matemática".
Y prosiguió: "-Sin el auxilio de las matemáticas, las artes no pueden avanzar y todas las otras ciencias perecen".
El rey ordenó que en todas las ciudades, oasis y aldeas del país, se organizaran centros de estudio de Matemáticas.
Al cabo de pocos meses se notó que el país despertaba en un prodigioso impulso de prosperidad.
Paralelamente al progreso de la ciencia, crecían los recursos materiales; las escuelas estaban llenas de alumnos, el comercio se desarrollaba de manera prodigiosa; se multiplicaban las obras de arte; las ciudades se llenaron de turistas.
El país del Yemen estaba abierto al progreso y a la riqueza.
MORALEJA: con la colaboración de los sindicatos de institutores, mejora la educación y se asciende en las calificaciones P I S A.
Lo leemos cada año cuando se publican los resultados de las pruebas PISA:
"Nuevamente, Colombia pierde 5 puestos y queda entre los países peor calificados".
Cuál es la comida que mas les disgusta a los maestros y a los miembros del sindicato de educadores?
Elemental mi querido Watson, la PISA.
Saulo.
Versión libre de: El hombre que calculaba, de Malba Taham.
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