Los de mi generación, fuimos criados y educados con el buen ejemplo del hogar, con las enseñanzas de nuestros maestros y con las moralejas de las fábulas.
Con el perdón de los psicólogos, que las desaparecieron porque los animales no hablan, voy a recordar:
LA GALLINA ROJA
Una gallina encontró unos granos de trigo y pensó que si los sembraba, obtendría una buena cosecha. Invitó a los animales vecinos para que colaboraran con ella en la siembra: la vaca, el pato, el cerdo, el perro. Todos le sacaron el cuerpo al trabajo.
La respuesta fue la misma: yo no, yo no, cuando les pidió su colaboración para la siembra, para la cosecha, para trillar el trigo.
En cada una de esas ocasiones, la gallina roja dijo: está bien, yo lo haré sola.
Cuando la gallina hubo sacado del horno unas hermosas hogazas de pan calientico, todos querían participar, pero la la gallina les dijo: "Yo lo sembré sola, lo coseché sola, lo amasé sola y lo horneé sola, así que me lo comeré sola.
Entonces organizaron una marcha para protestar. La acusaron de capitalista, de explotadora, de acaparadora; alegaron excesiva ganancia
Pero la gallina se comió el pan, con todos sus pollitos.
MORALEJA:
En la medida de tu esfuerzo, cosecharás tus frutos.
En la era moderna, la vida ha cambiado mucho
Hoy en día, la fiscalía, los juzgados, las cortes, le darían la razón a los animales y le confiscarían el pan a la trabajadora gallinita roja.
MORALEJA:
En la medida de tu esfuerzo, cosecharás tus frutos.
En la era moderna, la vida ha cambiado mucho
Hoy en día, la fiscalía, los juzgados, las cortes, le darían la razón a los animales y le confiscarían el pan a la trabajadora gallinita roja.
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